… Y EL FAVOR LE ES CONCEDIDO

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El favor me ha sido concedido con creces por Anderson M. Capitao, un brasileño amable y generoso que no sólo me ha enviado TODAS las portadas que me faltaban sino que además está dispuesto a proporcionarme incluso algunos de los ejemplares correspondientes. Pedir más sería egoísta y abusivo por mi parte. ¡Gracias, Anderson!

Para que todos lo conozcáis lo bien y completamente que se merece, he aquí la dirección de su blog:

 

http://www.brigittemontfort.blogspot.com.br/

 

Este blog es tan completo y bien documentado que no voy a tener la pretensión de hacer ninguna sugerencia, sólo me atrevo a expresar mi opinión: es un blog escrito por una persona seria y meticulosa, que gusta de informarse bien y explicar las cosas de modo concreto y completo. Y lo que más me ha complacido es que sin la menor duda es un blog hecho por una persona que ama a nuestra querida Baby. No voy a extenderme más sobre esto; sencillamente, os recomiendo con entusiasmo el blog de Anderson.

Por cierto, sí puedo contestar aquí a una duda que se plantea en los comentarios del blog. Hela aquí.

Pregunta: ¿cuándo y por qué Lou Carrigan decidió cambiar el nombre de Johnny por el de Simón?

Respuesta: NUNCA. Nunca, pues yo nunca utilicé el nombre de Johnny para los compañeros de la agente Baby, siempre he utilizado el nombre de Simón, tal como oportunamente explico en la novela titulada EL SALARIO DE LOS ESPÍAS. En esta primera y retrospectiva aventura de Brigitte escrita por Lou Carrigan, un agente de la C.I.A. llamado Simón Kononen muere mientras está ayudando a Brigitte a llevar a cabo su misión, y a partir de ese momento Brigitte decide que llamará Simón a todos sus compañeros, en honor a este primer compañero que muere colaborando con ella, y además porque no quiere conocer nunca el nombre auténtico de los compañeros de la C.I.A. que con tanta frecuencia se ponen a su disposición para ayudarla y protegerla. De este modo, si a ella la torturan para que delate a sus colaboradores sólo podrá dar un nombre: Simón. Nombre que de nada les sirve a los enemigos de nuestra espía…

¿Cómo explicar lo de Johnny/Simón? Muy sencillamente: en las primeras aventuras que envié a Editora Monterrey, escritas en español (pues mis conocimientos del idioma portugués no son suficientes para utilizarlo literariamente), el primer traductor decidió por su cuenta y riesgo y sin consultar conmigo en absoluto que era mejor poner Johnny que Simón. Ignoro por qué hizo esto, y nunca se me dio ninguna explicación al respecto. Y así se fueron publicando muchas aventuras de Brigitte hasta que otro traductor, ya fuese también por su cuenta o recibiendo instrucciones de la Monterrey, respetó que en los originales de Lou Carrigan ponía siempre Simón y nunca Johnny. Y de ahí en adelante los queridos compañeros de Baby se jugaron la vida con el nombre que ella les había asignado…

 

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