Lou Carrigan

 Antes se decía que el buen paño en el arca se vende. O sea, vamos, que venian a quitarte el género de las manos. Y seguramente era verdad, pues cuando aparecía algo bueno en el mercado se corría la voz, y los más espabilados eran los que se llevaban la mejor tajada, o el mejor corte de traje, pongamos por caso. Ahora las cosas han cambiado: además de ofrecer buen género has de promocionarlo, y eso es lo que estoy haciendo yo. Por nada especial: es solamente que aunque ya soy rico, quiero más. ¡Quiero ser multimillonario! Y si seguís comprando como hasta ahora, voy camino de ello.

Ahí os dejo la puerta de entrada a lulu, donde con mucho gusto os atenderán. Ya sabéis: entráis en lulu.com , buscáis Lou Carrigan, y aparecen mis obras. Para cualquier duda, consultar la categoría OBRAS DE LOU CARRIGAN.

Gracias, y que disfrutéis de la lectura con salud y felicidad.

LOU CARRIGAN

EL TIEMPO PASA,

LA SABIDURÍA

PERMANECE.

 Tramontana d’Empordà

(Tramon, para los amigos)

SCHOPENHAUER DIXIT

(PÁRRAFOS MAGISTRALES

PODÉIS LEERLOS

EN INTERNET AVENUE) 

HAN CAZADO A LA PANTERA

por

LOU CARRIGAN

–Usted es la Montfort, ¿verdad?

Brigitte Montfort, que acababa de salir del edificio del Morning News, el matutino diario neoyorquino en el que desde hacía años ejercía de directora, se quedó mirando con gesto amable al sujeto que le había hecho la pregunta de modo tan rudo e incluso grosero. Era alto, robusto, de gran cabezota redonda completamente afeitada, y dejando aparte sus rufianescos modales estaba claro que era un tipo de cuidado, pues la experta mirada de Brigitte percibió inmediatamente el contorno de una pistola en su axila izquierda, bajo la vulgar chaqueta.

–Sí, en efecto –contestó, siempre amable–: soy la señorita Montfort.

–Ya, ya. Entiendo. Señorita, ¿eh? Bueno, o sea, es la Montfort y eso es todo. ¿O no?

Brigitte no pudo contenerse y soltó una carcajada. ¿Eso era todo? Si le hubiera explicado al zafio personaje todo lo referente a “la Montfort”, seguro que al hombre le habría crecido el cabello de repente…, aunque eso sí, una cabellera blanca debido al susto.

–Sí, sí –dijo tras la carcajada–, soy (more…)